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Empezar a hacer deporte,… o querer ser deportista, para tonificarse, como hobbie, como meta personal, para superarse, para ganar alguna competición. Hay muchísimas formas de afrontar la práctica deportiva, casi tantas como personas.
Y antes de todo eso, hay que empezar. Hay una gran barrera entre todos los que empiezan y los que luego siguen. Si ya contamos los que empiezan en un gimnasio, nos quedamos con menos de un 10% de gente que empezó y luego siguió. Hay muchos abandonos.
Pasadas las 6 semanas hay una barrera, si has practicado tres veces a la semana, es raro que ya lo dejes, así que aguanta hasta ahí.
Índice del artículo
Quiero hacerlo
Hay un click que hace que te plantees practicar o retomar un deporte. Y un día que te vistes de faena y embutido en una ropa de colores flúor, empiezas. Puede ser algo natural que llevas haciendo desde niño, puede ser que fuera algo normal y por tu nueva vida de estudiante o adulto, hayas dejado de hacerlo. Hay tantas variables como historias personales.
Mi historia
Yo voy a contaros mi historia, e intentaré que sea una guía y ayuda para que muchos sintáis la inspiración o empujón para empezar de una vez por todas a hacer deporte, o retomarlo, o sea cual sea tu situación. Tendrá detalles particulares, pero siempre seguiré un patrón lógico que muchos podáis seguir grosso modo. Lo detallaré todo lo que pueda para que podáis sumergiros lo máximo posible, en vivo y de primera mano, la evolución, penurias y alegrías por las que pasa uno cualquiera que entrena, que empieza a hacerlo.
Los antecedentes
No quiero aburriros con mi historial deportivo, así que resumiré. Empecé a montar en bici (algo más serio que ir y venir por el pueblo en verano), hace 9 años. En esos años he hecho casi de todo y he pasado por muchas fases, desde montar mucho a dejar de montar totalmente, como ahora, que llevo sin tocar una bici 5 meses, pero sin entrenar de verdad, 9 largos meses. Y es que hay diferencias entre montar y entrenar.
No es lo mismo practicar un deporte, que entrenarlo
No es lo mismo no. Practicar un deporte es hacerlo sin una meta u objetivo más allá del disfrute o placer de hacerlo. Entrenar requiere de una disciplina, un seguimiento de los progresos y las cargas de esfuerzo que uno se autoimpone. Entrenar puede tener una meta competitiva o no, pero siempre hay un esfuerzo por mejorar. ¿Tú que quieres hacer? En mi caso, os mostraré un entrenamiento, no será un diario de alguien que practica un deporte y ya, no, a mi me gusta exigirme, mejorar, entregar tanto esfuerzo como satisfacción recibo.
Dentro de cada entrenamiento hay muchos niveles por supuesto. Yo aún no sé qué exigencias quiero imponerme, ni tengo un objetivo muy claro, simplemente retomar mi pasión por el ciclismo y mejorar, disfrutar conquistando las montañas que antes subía en pocos minutos, o recorrer kilómetros y kilómetros sin apenas cansarme.
El día -1
El que más cuesta es el día previo, el -1, el día o días, o meses antes en los que te dices a ti mismo, venga, hoy empiezo, o mañana empiezo, venga va. Pero luego por unas cosas u otras, compromisos, trabajos, pereza, no terminas de arrancar. No hay que tener miedo, hay que arrancar, lanzarse y salir sin pensarlo. Vístete y hazlo como si lo hicieras a escondidas de ti mismo y rápida y sigilosamente.
Yo estoy ahí, en ese día. Parece que nunca tengo tiempo, pero se que está ahí, sólo es cuestión de darle sitio y priorizar tu esquema de vida. Venga, voy… Mañana empiezo.
