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No te alarmes, es temporal. Está más que demostrado que correr y la práctica de deporte tiene numerosos beneficios para la salud, pero claro, ¿qué le ocurre al cuerpo durante largos, muy largos, periodos de ejercicio?
Cuando una carrera pasa de los 42 kilómetros y 195 metros ya se considera Ultramaratón, aunque en esa categoría conviven multitud de distancias (50, 80, 100, 160… kilómetros). Los ultramaratonianos son de otra pasta, obviamente hay que tener una condición física adecuada y suficiente preparación.
Ultramatones: carreras a pie de más de 42,195 metros (maratón).
Un equipo de investigadores decidió estudiar a los corredores de la Trans Europe Foot Race, una carrera que es, literalmente, una locura: es una ultramaratón que cruza Europa, desde Italia hasta Noruega, más de 4.400 kilómetros de distancia (2.788 millas), en 64 días seguidos. No, los números son un error, es real.
El cartílago se regenera sin descansar
El equipo de investigadores del Hospital Universitario de Ulm, en Alemania, hizo un seguimiento de 44 corredores para comprobar cómo respondía el cuerpo ante ese esfuerzo. Cargados con un escáner portátil de resonancia magnética, fueron monitorizando a los atletas en diferentes puntos de la carrera.
Uno de los descubrimientos fue que a partir de los 2.500 kilómetros de carrera, el cartílago encargado de amortiguar las articulaciones iba sufriendo mayor descomposición, pero lo realmente sorprendente es que poco después de ese punto comenzaba a regenerarse de nuevo, sin descanso de por medio.
Pérdida de volumen cerebral por falta de estimulación
Por otra parte, 13 de los 44 corredores se ofrecieron para que les estudiasen el cerebro y los análisis revelaron que su tamaño se redujo en torno al 6%. Es decir, que durante el transcurso de la carrera, el cerebro se contrajo.
Esa pérdida de volumen pudo ser debida a la fatiga y la desnutrición, pero los investigadores también consideran otra causa: la falta de estimulación. La región del cerebro encargada del procesamiento visual se habría visto (nunca mejor dicho) afectada por la baja estimulación de ver simplemente caminos y caminos durante 64 días.
No está muy claro explicar qué ocurre, pero la buena noticia es que es temporal, los cerebros de los atletas volvieron a la normalidad, se recuperaron por completo en los 6 meses siguientes. Curiosidades del cuerpo humano cuando se somete a esfuerzos extremos.