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Así es, me lesioné. Fue de un día para otro, en el mes de Mayo de 2011. Era un día cualquiera, salí a correr como llevaba haciendo los últimos meses, no hice nada distinto, no había notado ningún tipo de dolor en mi cuerpo hasta ese momento (bueno sí, tuve que hacerme un estudio de la pisada y ponerme plantillas para que el dolor de tobillos que tenía al correr cesase, pero solo eso).
Un pinchazo, eso fue lo que sentí. Un pinchazo en la parte exterior de la rodilla derecha, aunque no sabía localizar muy bien la zona, pero me dolía, y mucho. Tuve que parar y volver andando a casa, pensando qué había hecho mal. Aún hoy sigo sin saber el motivo, seguramente fue causa de sobreentrenamiento, de no llevar ningún tipo planificación, solo salía a correr, practicamente todos los días, al ritmo y velocidad que me pedía el cuerpo en ese momento. Ese sería el error, supongo.
Los días siguientes fueron terribles, hasta el punto de no poder siquiera bajar las escaleras de casa, no podía articular la pierna. En ese instante no era consciente de que estaba lesionado, simplemente creía que era fruto del ejercicio, que era normal que algo me doliese después de tantos años de inactividad. Así que pasada una semana volví a salir a correr, ya que el dolor se había reducido bastante, pero no resultó, cuando llevaba poco mas de 1 km el pinchazo volvió, y esta vez de manera más aguda.
Pensé “bah, tendré que descansar más tiempo, será eso, cuestión de tiempo”.
Ojalá hubiese sido así. Esperé un mes a base de hielo y reposo, ya no me dolía lo más mínimo, no sentía nada. Me calcé las zapatillas y me lancé a la calle, pero esta vez era distinto, tenía miedo, miedo de que me doliese.
Y sucedió, incluso antes, no estaba ni a 4 minutos de casa. Me cagué en todo lo cagable.
Estaba jodido, no físicamente, que era obvio, sino moralmente. Había encontrado algo que me gustaba, que me hacía despejar la mente, olvidar todos los temas del día a día y ahora se había ido al traste.
Fue cuando me dí cuenta de que ya era algo serio, algo me pasaba en la pierna, pero, tonto de mi, seguí sin ir al médico o ver algún especialista.
Simplemente dejaba pasar algunas semanas para volver a intentarlo, pensaba que se iba a arreglar solo.
Iluso.
(Voy a cortar aquí y seguir en otra entrada porque si no se queda un “perdón por el tocho” como una casa xDD)